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5 pasos para salir del endeudamiento






Son muchas las personas que se encuentran con un nivel de endeudamiento muy importante, y algunas en una situación verdaderamente desesperada.


Cuando el problema ya es grave, la solución lamentablemente no es sencilla y requiere de muchos sacrificios. Pero también nos permite aprender, y no volver a caer en la trampa de los pagos mínimos.

Cualquier plan para salir de deudas implica que uno pueda pagar, por lo menos, el pago mínimo mensual de todas sus tarjetas de crédito, y un poquito más. Si uno verdaderamente no puede, entonces tiene que tomar otras medidas adicionales de las cuales hablaremos más adelante.

Los pasos a seguir son:

Reconocer y enfrentar. El primer paso para resolver cualquier problema es reconocerlo.

Tenemos que reunir los últimos estados de cuenta de todas nuestras tarjetas de crédito y sumar los saldos para ver cuánto es nuestra deuda total.

De esta manera, habremos calculado la dimensión del mismo y tendremos una fotografía completa de la situación en la que estamos metidos.


Esconder tarjetas. Nuestro objetivo fundamental es resolver nuestro adeudo.

Por lo tanto, debemos evitar a toda costa seguir usando nuestras tarjetas y de esta manera, incrementarlo. No las portemos con nosotros y no las tengamos a la mano.

Es mejor guardarlas en un lugar seguro, para evitar cualquier tentación, y acostumbrarnos a pagar todo en efectivo por el momento.

Preparar un plan de acción. Primero debemos escribir en un papel el monto total de lo ingresos netos mensuales que recibimos, es decir, libres de impuestos.

A continuación, nuestros gastos fijos: renta o pago de hipoteca, teléfono, gas, luz, escuelas, televisión por cable, etcétera.

Demás gastos, basados en las notas que conservamos, como por ejemplo: supermercado, transporte, etcétera.

Con esto, podremos ver qué gastos podemos recortar, por ejemplo, televisión de paga, celulares o la línea telefónica de la casa, entre otras cosas, si nuestro problema es muy grave y necesitamos forzosamente cortar todo lo no indispensable para vivir.

Debemos recordar que para poder salir lo más pronto posible de nuestro problema, debemos destinar la mayor cantidad de dinero posible en el pago de nuestras deudas.

Finalmente, uno debe restar sus gastos de sus ingresos para ver cuánto tenemos disponible para destinar a nuestros acreedores. Este monto debe ser suficiente para cubrir con el pago mínimo de todas nuestras tarjetas y un monto para hacer pagos adicionales. En caso contrario, queda muy claro que vivimos fuera de nuestras posibilidades, por lo que debemos remediar esta situación lo antes posible para evitar mayores problemas.


Listar y ordenar. Tenemos que hacer una lista de lo que debemos en nuestras tarjetas de crédito, de la siguiente forma: Nombre de la Tarjeta, Saldo Total (Deuda), Tasa de Interés, Pago Mínimo y Fecha de Pago.

Luego, ordenarlas tomando el criterio de poner primero la que tiene una tasa de interés más alta, y así sucesivamente.

Priorizar los pagos. Tenemos que pagar el mínimo en todas nuestras tarjetas, para evitar caer en mora, y todo el monto adicional que nos quede para este efecto, lo tenemos que asignar a la tarjeta que nos cobra la tasa más alta de interés. Esto nos permite pagar la deuda más cara primero. Ni el mínimo


¿Y si no nos alcanza para los mínimos y un poco más?

En este caso, estamos en un problema muy severo, que por lo general requiere de soluciones que por lo general son muy duras. Lo que se puede hacer en estos casos, para aplicar el plan mencionado arriba, es:

Vender un activo. Por ejemplo, nuestro auto, o alguna joya familiar.

El empeño no es una opción en este caso porque por lo general es un préstamo de corto plazo, con tasas de interés altas (en ocasiones similares a las que cobran las tarjetas de crédito), y donde nos otorgan una fracción del costo de un artículo que podríamos perder en caso de que no podamos pagar este préstamo.

Dinero adicional. Si tenemos ahorros, probablemente tendremos que usarlos para pagar una parte de nuestros créditos, ya que la tasa de interés de éstos es mucho más alta que la que podemos recibir en cualquier lugar por nuestras inversiones.

O bien, quizá podamos obtener un segundo trabajo, que nos brinde una fuente adicional de ingresos.

Como último recurso, quizá podamos obtener algún préstamo de la familia o de la empresa donde trabajamos, que nos sirva para pagar completamente nuestros adeudos con las instituciones financieras, a modo de quedarnos únicamente con un crédito a una tasa de interés mucho más baja.