Búsqueda personalizada

Cómo enseñar la responsabilidad financiera a tu hijo

 
 
 
 
Mamá y papá controlan el dinero familiar; también forman el ejemplo para los hijos con respecto al dinero. Tus hijos aprenden a ahorrar por observar lo que hacen tú y tu pareja.
 
Los hijos también pueden ahorrar su propio dinero y acostumbrarse paso a paso a ser responsables con el dinero.  Si les enseñas responsabilidad desde muy joven, tus hijos estarán preparados para lograr seguridad financiera como adultos.
 
1. Bebé
 
Claro que tu bebé no puede ahorrar, pero tú puedes ahorrar en todo lo que compres por él. Con cada año hay más chismes para hacer el cuidado del bebé más fácil pero, aunque algunos te resulten muy prácticos, otros sólo sirvan para usar espacio en el armario. Además hay cosas en que puedes ahorrar, y otras cosas para que vale la pena pagar más.
 
 
2. Niños 4-8
 
Aunque un niño de 4 años sabe muy poco de la matemática, puedes empezar a enseñarle que el dinero tiene límites y que todas las cosas cuestan dinero. En el supermercado, dile que puede elegir 1 tipo de cereal porque costaría demasiado comprar 3. Cuando compras juguetes, muéstrale 2 o 3 y permítale elegir uno. Así que se aprenda los límites del dinero.
 
Mientras crece tu hijo, cuéntale de tu trabajo, y explícale que trabajas para ganar dinero. Si quieres, dale la oportunidad de ganar cantidades pequeñas por hacer tareas extras en la casa, y darle una hucha donde ahorrar. Cuenta sus ahorros con él con regularidad. Cuando tenga dinero suficiente para comprar algo, va a la tienda con él, enséñale lo que puede comprar con el dinero que tiene, y darle alabanzas.
 
3. Niños 9-12
 
Con los hijos más grandes, muchos padres eligen dar "domingos," o mesadas semanales. La mesada puede ser una herramienta buena para enseñar a tu hijo cómo ahorrar y gastar el dinero. Si quieres usar esta herramienta, es importante explicar cuáles cosas será para pagar--por ejemplo, no para pagar el almuerzo o la ropa necesitada, sino ropa "extra," libros, juguetes, etc. También es importante explicarle cómo gane la masada, que no se paga por las cosas esperadas como portarse bien y estudiar, sino por hacer trabajo adicional. Y no olvides que tú decides cuanto sea la mesada, no tu hijo. Tu hijo puede aprender la negociación pidiendo más dinero, pero no tienes que pagar más sólo porque dice que sus amigos reciben más. Anímale a donar juguetes que ya no usa o una parte de su dinero para enseñarle la importancia de la generosidad.
 
Enséñale los precios de las cosas que desea, para que pueda saber cuanto valen. Enséñale a comprobar los precios de las cosas que le interesan. Permítale a ayudarte a hacer una lista antes de ir al supermercado, escogiendo unas comidas que le gustan, y compra sólo lo que hay en la lista.
 
Juega al ahorrar para hacerlo divertido. Hay juegos de mesa--Monopoly, por ejemplo--a que toda la familia puede jugar. El Monopoly enseña cómo ganar, ahorrar e invertir el dinero.
 
La mayoría de los niños de 10 a 12 años pueden entender cómo utilizar el banco. Con su propia cuenta bancaria, tu hijo pueda aprender cómo hacer el balance de la cuenta y hacer depósitos, y le puedas enseñar cómo funciona el interés. Es buena idea ir al banco con él y permitir que él mismo haga los depósitos. No esté suficiente de maduro para tener cheques o tarjeta de débito, pero pueda sacar dinero del banco con tu permiso.
 
También puedes hablar con tu hijo acerca de metas financieras y enseñarle la diferencia entre las metas pequeñas y las más grandes. Habla con él de las cosas pequeñas que quiere comprar pronto, cómo el MP3 más reciente de su grupo favorito, y las cosas más caras que quiere comprar después de ahorrar, como una bicicleta para el verano que viene.
 
4. Adolescentes
 
Tu adolescente de 16 o 17 años, con supervisión tuya, ya esté listo para practicar con una cuenta corriente y usar cheques y una tarjeta de débito. Es buena idea mantener una cuenta separada con poco dinero con que usar la tarjeta, y una cuenta de ahorros separada con que no puede usar la tarjeta. Si todo va bien, considera una tarjeta de crédito con límite pequeño. Si practica con cheques y tarjetas mientras vive con la familia, puede establecer hábitos buenos que le ayudarán a evitar la crisis financiera que sufre tantos estudiantes universitarios.